El costo de los idiotas de la oficina

¿Alguna vez alguien ha tomado el crédito por sus ideas o lo ha traicionado ante sus líderes? ¿Alguna vez ha tenido un colega que aspira a la alta dirección y es muy grosero con usted? Es probable que esta persona es lo que simplemente llamaríamos “el idiota de la oficina”.

Si bien podemos pensar que los idiotas de la oficina son algo normal en los lugares de trabajo, realmente no tiene que ser así. Piense en los costos de un idiota en la oficina. Los idiotas de la oficina pueden menguar los esfuerzos de colaboración y deteriorar los equipos, separar y desmotivar a los empleados, además de reprimir las estrategias. En resumen, los idiotas de la oficina son el enemigo de un buen desempeño. A primera vista, podemos pasar por alto al idiota de la oficina porque sus estrategias rudas dan resultado en ocasiones, pero al paso del tiempo, entre más acepte al idiota de la oficina, menos querrán trabajar para usted los demás empleados. El imbécil de la oficina puede matar su cultura, aumentar su rotación de personal y destruir el crecimiento.

Las consecuencias de un idiota de oficina van más allá de la víctima inicial. Los individuos que presencian la rudeza o condescendencia del idiota de la oficina también son negativamente impactados. Una investigación realizada por Charlotte Raynor reveló que el 25% de las personas que fueron víctimas del idiota de la oficina y el 20% de aquellos que presenciaron el comportamiento del idiota de la oficina renunciaron a sus empleos, en comparación con una tasa de renuncia promedio del 5%.

Según el libro “The No Asshole Rule”, el profesor de Stanford, Robert Sutton, Ph.D, desea que usted se libere del imbécil de la oficina y le ofrece algunas preguntas para ayudarlo a comprender si está trabajando con el imbécil de la oficina.

  1. ¿Después de hablar con el idiota de la oficina, se siente oprimido, sin energía, menospreciado o en general peor consigo mismo?
  2. ¿El idiota de la oficina se enfoca en personas que tienen menos poder o influencia en la oficina?

Si su respuesta es sí, según Sutton, usted está trabajando con un idiota en la oficina.

Si verdaderamente quiere deshacerse del idiota de la oficina, esta son algunas de las cosas que puede hacer:

  1. Cambiar su estrategia de reconocimiento. En vez de enfocarse estrictamente en resultados financieros, incorpore la evaluación de qué tan bien trabajan con los demás.
  2. Desafiar el comportamiento y hacerlos responsable de cambiar. Explique al idiota de la oficina cómo sus acciones impactan la organización. Déle un aviso. Aunque el pensamiento de perder al productivo idiota de la oficina podría ser un poco aterrador, debe tener en cuenta que vendrá rentabilidad en forma de mayor productividad y reducción en la rotación del personal al contratar a una persona igual de talentosa que no sea un idiota.
  3. Si el idiota de la oficina es su jefe, intente tener una conversación directa con él sobre su comportamiento. Explique su punto de vista. La conversación podría sonar así: “Realmente disfruto de mi trabajo y trabajar aquí, pero cuando usted hace X, causa que me sienta Y. Yo quiero continuar trabajando duro para la compañía, y espero que podamos superar a X y hacer más Z”. Vale la pena tener una conversación, especialmente si disfruta de la compañía y quiere continuar su trayectoria profesional allí.
  4. Cree una cultura que no tolere a los idiotas de la oficina. Identifique los comportamientos de un idiota de la oficina, como una comunicación degradante o condescendiente, y hágale saber a todos que estos comportamientos no serán tolerados. Cuando se vuelve parte de la cultura organizacional, es más fácil que las personas manejen al idiota de la oficina, porque ellos están más capacitados para señalar el comportamiento no deseado, lo que lo convierte en un mejor ambiente para todos.