Cómo hacer de la salud mental una prioridad en el trabajo

¿Alguna vez has no has podido dormir debido al trabajo? ¿Te resulta difícil desconectarte de tu trabajo? ¿Alguna vez has temido ser despedido aunque tengas un buen desempeño laboral? Si respondiste afirmativamente a algunas de estas preguntas, es posible que estés sufriendo de ansiedad y estrés inducido por el trabajo, y esto no solo te ocurre a ti.

Hasta hace poco, la salud mental había sido un tema tabú en el trabajo, con muchos temiendo que si hablaban sobre sus desafíos mentales, no serían comprendidos, serían juzgados y que podrían perder su empleo. De acuerdo a la ADAA (La Asociación de Ansiedad y Depresión de América), el 60% de los empleados no hablan con sus empleadores sobre su estrés, lo cual significa que es probable que tengas empleados que estén intentando ocultarte este estrés. El problema es que si ellos no están hablando sobre eso, entonces no puedes hacer nada para cambiarlo, lo que significa que podrías ver un repunte en los días de incapacidad por enfermedad, una reducción en la moral, deterioro en las relaciones y una disminución de la productividad. Para evitar estas consecuencias, como líder, debes ampliar tus responsabilidades laborales para incluir el manejo de la salud mental.

Estas son 5 formas con las que puedes manejar los desafíos de la salud mental como todo un líder.

  1. Inicia la conversación. En las reuniones de equipo o reuniones individuales, discute sobre la salud mental. Pregunta sobre los niveles de estrés, cargas de trabajo y en general cómo está su salud mental hacia el trabajo. Cuando comienzas a preguntar sobre ello, creas un lugar seguro donde los empleados pueden compartir sus inquietudes, lo cual puede ayudarte a crear soluciones como líder.
  2. Haz de la salud mental una prioridad. Deja en claro a tu equipo que cuidar de la salud mental es una prioridad y no algo que quieres que tomen a la ligera. Asegúrate de discutir por qué cuidar la salud mental es importante para el equipo y la organización en general. Si no lo haces una prioridad, es menos probable que los empleados lo hagan.
  3. Desalienta el exceso de trabajo. Evita el reconocimiento positivo de “llegar más temprano” o “quedarse más tarde” a menos que sea un caso aislado donde un empleado haya superado todas las expectativas. Cuando dejas de premiar las largas jornadas de trabajo y lo combinas con hacer de la salud mental una prioridad, esto les indica a los empleados que tienen permiso de poner su salud mental en primer lugar.
  4. Crea reglas relacionadas al manejo de los correos electrónicos. Para darles verdaderamente un descanso a los empleados, evita enviar correos electrónicos fuera de las horas laborales o crea una política sobre el manejo de correos electrónicos cuando los empleados no están en el trabajo. Por ejemplo, crea una regla donde los empleados no puedan revisar o responder correos electrónicos después de las 7:00 PM o los fines de semana. Entonces, si alguien responde durante ese periodo de tiempo, tengan una conversación sobre la importancia de desconectarse del trabajo. Si tus empleados están constantemente conectados al trabajo fuera de las horas laborales, es más probable que sufran de agotamiento. La regulación de los correos electrónicos es una forma simple de reducir este efecto.
  5. Promueve programas de asistencia para los empleados (Comúnmente conocidos como EAPs). Muchas organizaciones ofrecen EAPs como parte del paquete de beneficios, pero los empleados no están consciente de ello. Los EAPs son programas laborales voluntarios que ofrecen evaluaciones gratuitas y confidenciales, asesoría a corto plazo, referencias y servicios de seguimiento para empleados que tengan problemas personales y/o relacionados al trabajo o que tengan desafíos relacionados a la salud mental. Consulta con tu departamento que maneja los beneficios para ver si tu organización tiene un EAP, y si lo tiene, comparte este recurso con tu equipo.